Introducción Histórica

Podríamos asegurar, sin temor a equivocarnos, que en Malpartida de Cáceres se da toda la secuencia histórica de forma ininterrumpida desde los tiempos más remotos, en que se produce el asentamiento de los primeros pobladores, hasta la actualidad.

Los yacimientos arqueológicos más antiguos los situamos en la zona de Vendimia y Regato del Lugar. Se trata de yacimientos paleolíticos de un período que podemos concretar entre los 150.000 y los 250. 000 años.

Más recientes en el tiempo son los asentamientos neolíticos del Canchal Carrasco y El Corchao. Hacia el 3.000 a.c. estos hombres habitaron Los Barruecos quedando como testigo el poblado denominado Peñas del Tesoro al que se asocian un total de 47 estaciones de grabados y pinturas esquemáticas aprovechando los abrigos graníticos del Monumento Natural.

Pasando por los testimonios prerromanos (necrópolis de incineración), es de destacar las ruinas de la Villa Romana de Los Barruecos, o el hallazgo de dos exvotos a la diosa 'Adaegina' en forma de cabritas de bronce.

Además de un número abundante de tumbas antropomorfas, y restos de construcciones musulmanas y bajomedievales, asistimos, probablemente a finales del S. XIII, al nacimiento de la aldea de Malpartida a partir del 'repartimiento' de las tierras de Cáceres tras la Reconquista. En estos primeros tiempos se empezará a definir la población tal y como hoy la conocemos.

El trazado urbano se estructura en forma triangular, con calles amplias y rectas, tomando como base la Calle Almírez para dirigirse hacia la Iglesia parroquial y buscando el Cordel de Cáceres como vía de comunicación con la capital.

Tumbas antropomorfas

Tumbas antropomorfas
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Grabados Los Barruecos

Grabados Los Barruecos
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A finales del siglo XVIII Malpartida no es más que una aldea dependiente de Cáceres, pero el S. XIX constituirá un período de profundos cambios para la población, si bien comienza con los desastres de la Guerra de la Independencia, que sufrió de tal modo la aldea que estuvo a punto de desaparecer.

Una vez superado el conflicto, el pueblo se recuperó gracias a una serie de acontecimientos como la independencia de la jurisdicción de Cáceres hacia 1833, el florecimiento de la industria del Lavadero de Lanas de Los Barruecos (hoy museo Vostell Malpartida) o la inauguración de la estación Central de Ferrocarril de Arroyo-Malpartida que introducirá una nueva profesión entre los malpartideños, la de ferroviario.

Las graves convulsiones políticas de la primera mitad del s. XX no afectan a Malpartida de forma significativa. Tras los períodos de crisis sufridos por la Guerra Civil y la postguerra, se produjo el fenómeno emigratorio desde la década de los 50, al igual que sucedió en todos los pueblos de Extremadura. Debido a ello, la población se redujo de 6.206 habitantes que había en 1955 a 3.390 en 1981. Muchas fueron las familias jóvenes que se marcharon a vivir a la cornisa cantábrica, Cataluña o Madrid, favoreciendo el envejecimiento de la población.

Poco a poco la población se fue recuperando debido a la mejora de la situación económica y a la influencia de Cáceres que propicia un buen número de puestos de trabajo.

Actualmente Malpartida participa del aumento de los índices de desempleo generalizados por la situación general de crisis, sin embargo mantiene unos servicios y oportunidades que dan calidad de vida a la población.

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