Se cree que esta ermita es la más antigua de la localidad, incluso anterior a la parroquia. Ubicada en el barrio que recibe el mismo nombre, es una ermita dedicada a San Antonio de Padua y San Antonio Abad.
En ella trabajó un destacado arquitecto gótico de la comarca: Sebastián de Aguirre. Tiene bóvedas estrelladas de terceletes, y se cree que la ermita fue ampliada y reformada en el siglo XVIII y XIX, pues la fachada data de este momento.
Actualmente la ermita permanece abierta todos los martes del año, ya que el pueblo de Malpartida, siente mucha devoción por estas imágenes.